Reseña · La fragilidad de un corazón bajo la lluvia · María Martínez

Ficha del libro 

Opinión 

La capacidad de María para escribir novelas cargadas de romanticismo no tiene límites. En esta ocasión su alma soñadora nos hace viajar hasta la preciosa Isla de Vancouver, a sus exuberantes paisajes, y a la vida de Darcy y Declan, los cuales están deseosos de explicarnos su historia de amor desde la maravillosa pluma de la autora.  

Darcy siempre ha tenido la sensación de que no le importa tanto a nadie como para que este no la abandone. De pequeña su padre, más tarde su madre, y finalmente cualquier persona que se cruce en su camino. Tras una decepción amorosa la encontramos sin rumbo en su vida, y es en ese punto en el que recibe una noticia que no sabe cómo encajar. Animada por su íntima amiga, decide finalmente tomar las riendas de su vida y viajar a Victoria con la intención de cerrar una puerta del pasado que nunca quiso dejar abierta. Pero en esta vuelta a una parte importante de su pasado se reencontrará también con otra persona que le dejó el corazón roto, y al que nunca ha podido perdonar, Declan. 

 

Declan ha pasado toda su vida en Tofino, y es allí donde vive dentro de la seguridad que le da saberse en su entorno, pero ello no significa que todo haya sido fácil para él. Su único hermano se encuentra hospitalizado después de un grave accidente, y toda la vida de Declan gira en torno a su recuperación. La vuelta de Darcy será como una regresión al pasado, ya que le entregó su corazón hace años, y es consciente de que aún no se ha recuperado de su marcha. Ella realmente le enseñó la fragilidad que puede llegar a tener un corazón bajo la lluvia, y cómo este puede romperse en tantos pedazos que es imposible recomponerlo.  

Darcy y Declan tienen un pasado en común, pero ambos deberán luchar para recomponerse y poder construir quizás un nuevo futuro. 

—Te debo una explicación —susurró. 

—Sí. 

Intenté mantener la calma. 

Un músculo tensó su mandíbula. 

—Aquel día... —Inspiró hondo—. Yo... 

De golpe alcé una mano, pidiéndole que se detuviera. 

No podía. No quería. 

Así era yo. Ilógica. 

—No necesito saberlo. 

—Darcy, por favor... 

 —No, escucha... —Cogí aire y lo solté poco a poco—. Perder a mi abuelo de ese modo, sin haber podido hablar con él una última vez, me ha hecho darme cuenta de que vivir atascada en el pasado y en los reproches ha sido un tremendo error que solo me ha causado sufrimiento. Quiero pasar página y seguir adelante, Declan. Es mejor que no removamos el pasado. 

Él arrugó el gesto y cogió una ramita del suelo, para luego partirla con los dedos. 

—¿Y en qué posición nos deja eso? 

Lo medité. 

—Es ridículo creer que podemos empezar de cero, pero... —Busqué las palabras adecuadas—. Quizá, si lo intentamos, podríamos volver a ser amigos. 

—Amigos —repitió bajito. 

—Sí. Me gustaría reconstruir nuestra amistad. Que vuelvas a formar parte de mi vida y yo de la tuya. 

—¿Y crees que podrás hacerlo? 

—Estoy aquí sentada contigo, ¿no?

No sabéis cómo he disfrutado de la ambientación de esta novela, ya que hace años tuve la gran fortuna de poder visitar Victoria, Vancouver y cruzar en ferry la distancia entre ambas, al igual que hace Darcy. Esos recuerdos me han ayudado a visualizar con detalle todo lo que estaban viendo los protagonistas, y es que no os podéis hacer a la idea de lo bonita que es aquella zona. Las orcas viven libres a su antojo en las aguas del océano Pacifico, y la naturaleza emerge en cualquier rincón robando el aliento de todo el que la mire. Sin duda María ha escogido un enclave idílico para desarrollar esta historia. 

La novela cuenta con 480 páginas de puro romanticismo, y la edición no puede ser más bonita con esas flores y tonos delicados que la envuelven. En cuanto a la trama no es que sea nada enredada, pero es que la habilidad de María  reside en contar simplemente una historia de amor, con sus aristas y sus momentos bonitos, pero haciéndonos suspirar y vivir cada momento. En este caso los capítulos se alternan en la narración desde las voces de ambos protagonistas en primera persona, así que podemos conocer en profundidad la situación y sentimientos de cada uno de ellos. Este estilo de narración es siempre mi favorito y María lo borda.  Siempre me enamora. 

La fragilidad de un corazón bajo la lluvia nos hace vivir una misma historia de amor en dos tiempos diferentes en la vida de Darcy y Declan. Un amor que es capaz de superar a la distancia, al tiempo y a las adversidades. Un viaje al maravilloso oeste canadiense que nos envolverá con su aura haciéndonos soñar con las segundas oportunidades, y también con que a veces en el presente podemos conseguir cerrar heridas del pasado. Solo hay que soltar el lastre y dar un paso hacia el futuro.