Reseña · No estamos muertos · Raquel Martín Caraballo

 

Ficha del libro 

Opinión 

Desde muy jovencita siempre me han llamado la atención todos los temas relacionados con la vida después de la muerte, las reencarnaciones, las señales  del más allá, etc. Y cuando Raquel me habló de su novela en seguida quise leerla ya que justamente vi que trataba sobre todos estos temas que tanto me atraen, y por lo que he comprobado durante la lectura a ella también le encantan.    

En No estamos muertos, Raquel nos hace viajar entre algunos temas relacionados con la vida después de la muerte, pero teniendo siempre como hilo conductor su experiencia vital ante la muerte de su padre. Cuando su padre fue diagnosticado de un tumor cerebral, la familia de Raquel ya se puso en lo peor, debían operarlo de urgencia y las expectativas de vida no eran nada halagüeñas. Tras la operación ya nunca volvió a ser el mismo, debido a la delicada zona en la que tuvieron que intervenirle, pero él y Raquel siempre habían tenido un vinculo muy fuerte y ambos amaban los temas paranormales. Es por ello que, Raquel le pidió expresamente que si una vez fallecido él encontraba la forma de comunicarse con ella lo hiciera, con el fin de saber si realmente vamos a algún lado al dejar nuestro cuerpo mortal.  A través de los diferentes capítulos, la autora nos va narrando las señales que su padre consiguió hacer y las experiencias que ella tuvo al respecto.

Me han llamado la atención muchas de las cosas que Raquel nos cuenta, e incluso hay un capítulo  muy interesante en el que nos narra una vivencia con la conocida médium Anne Germain, de la cual me alegra saber que al final demostrara que es cierto que cuenta con una sensibilidad especial ante el contacto con otras dimensiones.  El tema de la muerte creo que le mueve a cualquiera cosas por dentro y uno no puede quedar impasible ante la duda de a dónde vamos una vez que ya no estamos aquí.  

En el libro no solo se habla de la experiencia personal de Raquel, sino que esta aprovecha para introducirnos en muchos más temas relacionados de los cuales se nota que se ha documentado bastante a lo largo de su vida.  Durante la lectura hay infinidad de referencias con las que después podemos hacer nuestras propias indagaciones, pero en el libro ya se incluye todo lo necesario para que si no quieres indagar también te quedes conforme.  

Por el tema que se trata podría parecer que es un libro que puede ser tedioso de leer, pero tengo que decir que en mi caso ha sido todo lo contrario, ya que la lectura me duró a penas un día. La forma en la que escribe Raquel me ha parecido muy amena y fluye de un modo muy natural, a pesar de los momentos dolorosos de su vida que ha incluido en esta novela. Es un relato que, además de ser instructivo, es muy intimo ya que la autora nos abre las puertas de su familia y de su propia vida en aras de responder preguntas que todos nos hacemos a lo largo de nuestra existencia. 

Si os gustan estos temas o tenéis esa curiosidad sobre las señales que provienen desde otras dimensiones, no dudéis en leer esta novela.  Yo no sé si sería tan valiente cómo Raquel de pedir a alguien que me hiciera señales una vez muerto, pero dicen que la curiosidad mato al gato y en este aspecto se podría decir entonces que soy muy felina.  Dadle una oportunidad.