Hoy os traigo una nueva entrada de esta sección en la que, como sabéis, cuento con la ayuda de una autora para que nos diga cual ha sido la escena que más le ha impactado escribir, o que le haya quedado marcada a fuego en su memoria. En esta ocasión mi invitada no es otra que Lola P. Nieva, autora de obras como Los tres nombres del lobo, Más allá del Temple, y la recién publicada Bruma Azul. Sin más preámbulo os dejo con ella.
En primer lugar, agradecer a Dunia Vidal su invitación a esta original sección y en segundo lugar, felicitarla por tan maravillosa idea.
En cuanto a la escena elegida, bueno, en realidad, podría elegir muchas, pues creo que en casi todas mis novelas hay momentos muy duros que me costó escribir. Pero en esta ocasión, y siendo creo que mi novela más dramática hasta el momento, en Bruma Azul hay gran cantidad de ellas.
Bruma es en sí una historia muy cruda, un drama personal, la historia de una venganza y de una redención. Es la vida de un hombre con una infancia trágica que marca para siempre su destino y cada uno de sus pasos. Un hombre que vive bajo la sombra del odio y el rencor, un alma rota y un corazón surcado de cicatrices. Pero que aún así, logra sacar fuerzas y luz para proteger a los que quiere y enfrentar a los demonios que intentaron convertirlo en un igual hace ya tantos años.
Y tras esta breve introducción paso a compartiros la escena que elegí…
—Desnúdate —añadió—. Quiero contemplar mi creación. La cruel mirada de Lorna refulgió de impaciencia y anhelo.
—Yo no soy tu creación. Tú fuiste mi verdugo, como yo seré hoy el tuyo. —Y eso nos une, Lean —continuó casi en tono reverencial—,como pocas cosas en este mundo. Dicen que el amor crea lazos eternos, que une almas y funde espíritus. Pero también la maldad forja vínculos irrompibles, es una conexión tan imperecedera como el amor verdadero. Porque el odio ata casi más que el amor. Tú no has dejado de odiarme durante los catorce años que has vivido lejos de aquí, y ahora ese odio resplandece en tus hermosos ojos tan crepitante como entonces. Estamos unidos por sentimientos ponzoñosos y oscuros, nuestras almas se enlazaron como la hiedra venenosa trepa un muro, filtrándose por cada resquicio hasta horadarlo, hasta el punto de convertirse en un mismo ente. Si la hiedra perece y cae, el muro cae con ella, y a la inversa. Tú eres mi muro, y ya es tiempo de que caigamos al lugar donde pertenecen nuestras almas: al más negro averno.
—Siempre supe que la locura enturbiaba tu mente, porque nadie en su sano juicio podía alcanzar semejantes cotas de crueldad. Eres tan sólo una mujer perturbada, sádica y maléfica que divaga necedades. Jamás fui tuyo, ni tu obra, ni te debo nada. Lo que soy es justamente a pesar de ti. En efecto, irás al infierno, pero no conmigo, sino por mi mano. Lorna me observó con una expresión intrigante y urgente que me desazonó todavía más. Una gélida sonrisa adornó sus labios con un deje orgulloso.
—Quítate la camisa, Lean. Quiero ver tus marcas. Después te llevaré con Dante.
Abrí el alfiler de mi broche, solté la tira de plaid que me pasaba por el hombro y el trozo de tela cayó por detrás. Saqué los faldones de mi camisa con ademanes bruscos y me la quité por la cabeza lanzándola al suelo.
—Soberbio —alabó prendada, acariciando mi piel con la mi- rada—. Esos dibujos realzan mi diseño. El broche del árbol quedó espléndido. —Me contemplaba con tan abrumadora gratitud que sentí náuseas—. Deberías agradecer todo lo que hice por ti —prosiguió inmersa en su locura—. Yo te convertí en lo que eres, en todo un guerrero, en alguien diferente del resto, en un superviviente. Combatiste contra la muerte y el horror que sembré en tu alma y lograste salir adelante sin perder el juicio ni la humanidad. Tu corazón es más puro que el de ningún otro. Pero, aun así, está condenado. Todo este tiempo has luchado contra el veneno que yo misma inoculé en tu interior, logrando contenerlo. Pero está ahí —señaló con el dedo índice mi pecho—, encerrado en una burbuja esperando que yo la reviente por última vez. Ha llegado ese momento y, aunque haya de sacrificarme con ello, bien vale entregar tu alma al diablo, pues serás nuestro mejor alistamiento. Su desquiciada expresión, su mirada exaltada y su rictus entusiasmado ponían de manifiesto la demencia de su perturbada mente. Me recorrieron insidiosos escalofríos y una pesada opresión se instaló en mi pecho.
Lo que sucede a continuación, me cerró la garganta. Recuerdo con nitidez la angustia y desazón que sentí previamente y cómo ardientes lágrimas surcaban mis mejillas mientras la escribía. Sentí en mi pecho la opresión de un dolor añejo, de la impotencia y la rabia, y me pregunté por qué no me fue susurrada otra cosa. Pero cuando terminé la escena y tras calmarme, comprendí que debía ser fiel a la historia, que sólo en una negrura absoluta se puede apreciar toda la belleza de un brillante amanecer, de un renacer necesario. Fue la bajada a los infiernos del protagonista, de Lean, y aunque dura, fue el principio del final, de un final necesario, de ese punto de inflexión en la historia en la que todo cobra sentido y en la que se ha tomado una decisión transcendental, la de hallar la paz, se encuentre donde se encuentre, aunque mi león siempre supo donde hallarla.
Para conocer el desenlace os invito a perderos entre una bruma azul, llena de misticismo, venganza, amor y aventuras, no será un viaje tranquilo ni apacible, pero espero que a incluso así, logre filtrare en vuestros corazones.
Lola P. Nieva
Para las que no conozcáis la pluma de Lola, creo que ya veréis en su forma de expresarse que es una auténtica delicia leerla. Aún no he tenido ocasión de leer esta última novela de la que nos regala esta escena, pero seguro que lo hago, más pronto que tarde, ya que me llama muchísimo la historia. Si Lola dice que es la más dramática, no puedo imaginarme hasta que extremo lo será conociendo lo escrito por ella con anterioridad. Gracias de nuevo Lola, por tu generosidad y por haber dedicado parte de tu tiempo a esta entrada, aún estando en medio de la promoción de la novela.
Podéis encontrar Bruma azul (ficha del libro) ya a la venta en todas las librerías y plataformas de libros digitales, y descubrir si la escena, o la historia,también os queda marcada a fuego.
Vaya, una gran escena que debe tener, igualmente, un gran desenlace.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Besos Naca;)
Hola! estoy leyendo el libro pero aun no llegue a esa escena (y no se si quiero llegar xD) Lola siempre sabe como hacernos sufrir y amar sus historias. Espero no sufrir mucho mas con esta :D
ResponderEliminarbesos!!
Tengo muchas ganas de sumergirme de nuevo en algo de Lola, me encanta su carácter y lo profunda que puede llegar a ser muchas veces. La escena me ha dejado con mucha curiosidad y algo de ansia jajaja Gracias a ambas por compartir este pedacito con nosotros.
ResponderEliminarBesos de tarde de sol ♥
Una escena muy interesante, Lola me gusta mucho como escribe Los tres nombres de el lobo me encantó, no descarto leer Bruma azul, pero quizás más adelante ahora no es un tipo de lectura que me apetezca. Gracias por compartir la escena :)
ResponderEliminarBesos :*
Ay madre! estoy deseando leer Bruma azul, adoro a Lola, es que siempre consigue emocionarme, recuerdo que Los tres nombres del lobo es uno de los pocos libros que me ha mantenido despierta toda la noche, cuando lo termine lo único que podía pensar era ¿porque no lo había leído antes? desde ese momento y gracias a que Lola demuestra una y otra vez la fuerza que tienen sus historias es una autora imprescindible para mi.
ResponderEliminarGracias a las dos por la entrada.
¡Un besito!
Tengo este libro pendiente de leer pero con este fragmento creo que lo voy a colar bastantes puestos porque me ha dejado en ascuas.
ResponderEliminarSaludos
La verdad es que le tengo ganas a "Los tres nombres del lobo", pero lo que ha contado la autora sobre "Bruma Azul" me ha llamado mucho la atención así que ya le tengo echado el ojo *-*
ResponderEliminarNo conocía esta sección, pero me encanta!! :D
¡Besos!
Tengo el título pendiente y mucho me temo que voy a sufrir.
ResponderEliminarUn beso
Hola es una escritora fabulosa, cuanta sensibilidad tiene,es una de mis autoras favoritas y nunca deja de maravillarse,realmente siento que la adoro.Desde la patagónica la sigo y seguiré leyendo
ResponderEliminarHola es una escritora fabulosa, cuanta sensibilidad tiene,es una de mis autoras favoritas y nunca deja de maravillarse,realmente siento que la adoro.Desde la patagónica la sigo y seguiré leyendo
ResponderEliminar