Reseña · Tan solo un segundo · Virginia McKenzie

Ficha del libro

Opinión 

Tan solo un segundo es la primera novela de Virginia S. Mckenzie, y que ha sido publicada este mes de abril bajo el sello de Titania Fresh. La autora arranca su andadura como escritora novel presentando una novela de corte new adult, y en la que trata un tema novedoso en este tipo de historias como es el patinaje sobre hielo. Personalmente no recuerdo haber leído, o visto, ninguna novela de estas características y que estuviera ambientada en esta vistosa disciplina. Así que este punto le da un toque de originalidad y frescura que es muy necesario en el género a estas alturas.

Hannah vive volcada en el patinaje sobre hielo, es su gran pasión, y cuando más feliz se siente es al deslizarse por la pista sobre sus cuchillas. Desde muy pequeña se ha dedicado en cuerpo y alma a entrenar junto a su compañero, y mejor amigo, Nick, tanto es así que comienzan a despuntar en algunas competiciones. Pero una noche todo cambia para ellos, y Hannah deberá replantearse su vida y pensar si quiere comenzar desde cero. Es en esta etapa convulsa de su vida cuando aparece Mikhail Egorov, más conocido como Misha, un afamado patinador ruso que, tras una larga temporada sin competir debido a una lesión de rodilla, desea volver a ponerse en marcha cambiando de la disciplina de patinaje artístico a la de danza sobre hielo. Misha quiere que Hannah le acompañe como pareja, y por ello no cejará en su empeño de convencerla cuando ella se niegue rotundamente. Hannah siempre ha admirado el trabajo de Misha, e incluso suspiraba por él cuando se adentró en la adolescencia, pero esto puede no ser suficiente para anular la sensación de deslealtad que trabajar con él le causaría.

Tanto Hannah como Misha cuentan con sus propios fantasmas personales, los cuales les impiden avanzar en la dirección correcta. Ellos mismos se ponen trabas, y hacen que nadie pueda traspasar los muros que rodean a todos sus temores, pero es justamente esta situación paralela la que les hará establecer una relación más cercana de lo que se planteaban en un inicio.

—He venido porque tengo algo de lo que convencerte.
—Pierdes el tiempo, ya te dije que no. —Me abroché los pantalones cortos y me quité la toalla del pelo.
—Me temo que no puedo aceptar esa respuesta.
Se puso de pie y se acercó a mí. De pronto, la habitación pareció muy pequeña.
—Pues no tendrás otra.
Me contempló unos instantes antes de apoyar una mano en la estructura sobre mi cabeza e inclinarse hacia mí, de manera que nuestras caras quedaron a la misma altura. Su olor a colonia y al cuero de su chaqueta me rodeó, al tiempo que sus ojos me atrapaban y me anclaban a él. Era físicamente imposible mirar a otro sitio.
—Haré todo lo posible porque eso cambie. Te quiero conmigo en el hielo, Hannah.

A lo largo de la novela iremos viendo el nuevo despertar de la pasión de sus protagonistas hacia un deporte que exige un alto sacrificio y dedicación, el cual será el hilo conductor que irá trenzando la historia de Hannah y Misha junto a otra relación paralela de personajes de su entorno. Para mi gusto, me hubiera gustado que la novela se centrara solo en una de las historias con el fin de tratarla con una mayor profundidad, y dar quizás otra novela a los personajes secundarios, ya que tengo la sensación de que me he quedado con ganas de saber más cosas y detalles de los cuatro. Aun así, es totalmente comprensible que en una primera novela la autora trate de compactar al máximo las historias dejando las tramas lo más cerradas posible a la espera de las reacciones que puedan tener los lectores. Por ello, no me importaría nada tener algún libro anexo de algún otro personaje, haciendo que esta novela conclusiva se convierta en serie.

La forma de narrar de Virginia te hace pasear con fluidez por toda la novela, y mantiene muy buen tono durante todo el libro. Es una lectura muy amena y que he leído en pocas horas ya que la historia te invita siempre a continuar. La autora usa muchas referencias que le dan ese toque tan americano que gusta del género, y que tanto nos recuerdan a las series que vemos habitualmente por la televisión. Para ser una primera novela está muy bien desarrollada y la historia es un dulce.

Las descripciones de las posiciones es quizá lo que más me ha frenado en algunos puntos de la lectura, ya que me gusta representar bien en mi mente todo lo que va sucediendo en las novelas, y en este caso he tenido que parar en algunos momentos para poder así visualizar la figura que estaban representando ambos patinadores. Se nota que la autora se ha documentado en este tema para darle la mayor veracidad posible a la trama.

En Tan solo un segundo encontramos una historia en la que su moraleja no es otra que la de que aprovechemos todos los momentos que nos ofrece la vida, y es que en solo un momento todo puede cambiar a nuestro alrededor, y volver a levantarse una vez has caído es un trabajo muy duro. El amor es el beso que todo lo cura y la historia de Hannah y Misha así nos lo demuestra. Una novela muy original que atrapa al lector entre giros de patinaje.