Reseña - Nunca juzgues a una dama por su apariencia

Autora: Sarah MacLean
Editorial: Versátil
Género: Romance histórico
Serie Las reglas de los canallas #4

Sinopsis

Durante el día, ella es lady Georgiana, hermana de un duque que se vio arruinada por el peor de los escándalos antes de ser presentada en sociedad. Pero la verdad es todavía más sorprendente porque durante la noche, es Chase, el misterioso y desconocido fundador del club de juego más legendario de Londres. Durante años, su doble identidad ha permanecido en secreto… hasta ahora. El brillante, poderoso y atractivo Duncan West se siente muy intrigado por la hermosa y decadente mujer que es su contacto con el mundo de la oscuridad. Sabe que ella es más de lo que parece, y se propone revelar todos los secretos de Georgiana, descubrir su pasado, amenazar su presente y arriesgar todo lo que le es querido… incluyendo su corazón.

Opinión 

Aviso Spoilers: Si no has leído la anterior novela de la serie No hay amor sin espinas, NO SIGAS LEYENDO, ya que esta reseña contiene un spoiler que se refiere a un personaje importante.

Tras el inesperado final de la anterior entrega, tenía mucha curiosidad en saber cual era la historia personal de Chase. Tengo que reconocer que me costó bastante asumir el cambio de género de este personaje, ya que cuando te has hecho una imagen mental de alguien cuesta ahora darle totalmente la vuelta. Pero, tras el click mental que era necesario hacer para convertir al enigmático Chase en Georgiana, me parece un giro magistral de la autora el habernos mantenidos engañados durante tres libros. Si pudiera ver por un agujero las caras de las lectoras al descubrirlo…Me encanta que las autoras me sorprendan así y me dejen con la boca abierta. ¡Chapeau Sarah!

Es tremendamente complicado hacer una reseña de este libro, debido a la cantidad de spoilers que pueden darse tan solo comentando la trama por encima. He intentando hacerla obviando grandes datos, pero prefiero que quede inconclusa mi reseña y que disfrutéis de la lectura igual que yo, que no estropear el libro a alguien. Así que si habéis seguido la serie podéis leer con tranquilidad.

Chase es el líder de los socios del decadente club de juego El Ángel Caído. Desde sus oficinas gestiona el club y maneja los entresijos de los secretos de todos los miembros de este. El pago por formar parte del mayor centro de ocio masculino (y ocultamente femenino) de la ciudad, pasa por entregar un secreto a sus dueños. La gran cantidad de secretos que atesoran los convierten en los más poderosos, y ciertamente tienen a casi toda la aristocracia en la palma de su mano. La información es poder, y de eso sabe mucho Georgiana. Cuando era apenas una cría, se dejó embaucar por la idea del amor, y lo único que sacó de ello fue ser despechada por la sociedad. Esta experiencia, lejos de matarla la hizo más fuerte y resurgió de sus cenizas cual Ave Fénix y junto con Bourne, Cross y Temple formó lo que hasta hoy era su vida…Pero esto da un giro, cuando es consciente de que quizás deba amoldarse a la sociedad y casarse si quiere que su reputación y la de su hermano no se vea más afectada por sus acciones.

Duncan West podría considerarse el quinto socio de El Ángel Caído. A pesar de no ser realmente uno de los miembros que lo crearon, sus alargados tentáculos, como el mayor editor y periodista de la ciudad, hacen de él una persona a la que es mejor no tener como enemigo. Al igual que el resto de la ciudad jamás ha visto a Chase en persona, aunque prácticamente trabajen juntos. Su comunicación con este suele ser a través de Anna, mano derecha de Chase y la madame del club, y jamás ha sospechado que podría ocultarse detrás de todo lo que rodea al club. Hasta la fecha han convivido todos dentro de la mayor armonía posible, pero eso está a punto de cambiar cuando tras la publicación de una caricatura de Georgiana en uno de los periódicos de West acelere todo de un modo que ninguno esperaba. Y es que ambos ocultan secretos que podrían ponerlos en peligro, y confiar en alguien a estas alturas supone un acto de fe. Para beneficio de ambos deberán hacer un trato que les traerás más problemas de los que inicialmente parecía.

La atracción que sienten, amenazará la tranquilidad en la que han vivido hasta ahora, y es que lo que cada uno desea choca frontalmente contra lo que debería hacer formándose de este modo una relación muy complicada en todos los aspectos.

—¿Cómo me beneficiaría?
—Obtendría el marido que desea.
—Les dirá que me he reformado.
—No he visto ninguna prueba de lo contrario.
—Ha visto cómo me insultó esa chica. Cómo amenacé a su familia. Cómo conseguí que la abandonaran sus propias amigas. —Georgiana miró la oscuridad—. No estoy segura de que deseen tenerme cerca.
Él curvó los labios con complicidad.
—Vi que se protegía. Vi a una leona.
No podía ignorar el hecho de que él había sido un león pocos minutos antes.
—Todas las historias tienen dos versiones.
Él abrió el abrigo y guardó la pluma en un bolsillo interior antes de volver a abrochárselo. A pesar de que ya no veía el penacho, sintió como estaba atrapado contra su calor, contra ese lugar donde reinaba el latido fuerte y seguro de su corazón. Atrapado contra él.
Sí, era un hombre muy peligroso.
Él esbozó una sonrisa lobuna, aquel poderoso hombre que poseía los periódicos más leídos de Londres. El hombre que podía encumbrar o arruinar con sus publicaciones… Era el hombre que necesitaba para creerse sus mentiras. Para perpetuarlas.
—No se equivoque, cada historia tiene una sola lectura —afirmó él. Las palabras la atravesaron como un pecado.
—¿La de quién?
—La mía.

Me ha encantado conocer la historia de Chase, y ver como evolucionaba rompiendo todos los esquemas mentales que tenía con respecto al personaje. De ser un hombre misterioso y con un sentido del humor irónico, ver como se ha ido transformando en Georgiana, con todos sus miedos e inquietudes ha sido todo un viaje. Poco a poco Sarah va deshojando la margarita que la envuelve, y a su vez vamos conociendo más de la historia de West, que si bien estaba presente en las entregas anteriores, no sabíamos mucho realmente sobre él. Si que me hubiera gustado saber algo más sobre como se forjó todo el club y que se hubiera ahondado más en los quehaceres diarios de Chase, pero entiendo que la trama iba pidiendo otras cosas y poner algo diferente igual hubiera hecho la novela algo más lenta.

Una vez más la autora te mantiene pegada a la historia, con una ambientación perfecta y unos diálogos potentes. En esta última entrega me ha sorprendido con alguna escena sensual más subida de tono y que quedaba totalmente acorde con la pasión de sus protagonistas. Me ha gustado mucho la casa de Duncan, y su maravillosa piscina :). Al igual que en ocasiones anteriores, Sarah vuelve a realizar guiños a sus libros anteriores, ya sea en forma de cruce de personajes o en forma de trozos de publicaciones que ya pudimos disfrutar en su saga Love by numbers. Es un detalle que gusta.

Con Nunca juzgues a una dama por su apariencia, Sarah nos despide de sus canallas a lo grande. Una serie que ha estado cargada de buenos momentos, personajes sólidos y con personalidades muy diferentes que nos han hecho pasar muy buenos ratos, y también sufrir con sus desventuras. Una serie muy recomendable. Ahora solo cabe esperar que nuevas historias se le ocurrirán y con las que seguro que nos hará disfrutar porque sin duda la autora es una maga de la pluma.