Reseña - No hay amor sin espinas

Autora: Sarah MacLean
Editorial: Versátil
Género: Romance Histórico
Las reglas de los canallas #3

Sinopsis
Temple es más conocido como el “duque asesino” desde que años atrás fuera señalado como el autor de la muerte de Mara Lowe, la joven dama que iba a convertirse en la esposa de su padre. Incapaz de recordar qué sucedió realmente, lleva doce años reinando en los más oscuros rincones de Londres, convencido de que no hay redención posible para él.Mara se juró a sí misma que jamás regresaría al mundo del que hace años huyó, pero cuando su hermano pierde toda su fortuna en “El Ángel Caído” la casa de juego con peor fama de la ciudad se verá obligada a intentar hacer un pacto con Temple, el hombre q no esperaba volver a ver y q resulta ser uno de los dueños del Casino.Temple cree haber hecho un buen trato hasta que se da cuenta de que la dama oculta más de lo parece.Va a necesitar cada pizca de su fuerza de voluntad para resistir la atracción que siente por esa misteriosa y enloquecedora mujer, que parece dispuesta a arriesgarlo todo por honor…

Opinión 

Hace ya unos años que Versátil publicó el primer libro de Sarah Maclean, 9 reglas que romper para conquistar a un granuja, el cuál me llamó la atención desde el primer momento que lo vi. No soy muy dada al género histórico pero si que voy mezclando de vez en cuando algunos títulos, así que en uno de esos impulsos me hice con ese libro, del que había leído el primer capítulo que habían avanzado en la web de la editorial, y que me había dejado con ganas de más. Y no me equivoqué. Aquel libro me enamoró y mi historia de amor con la autora a día de hoy aún dura, y creo que será un amor eterno. Sarah es única, es capaz de atraparte de un modo como pocas lo hacen, dotando a sus personajes de una personalidad atractiva y además diferente de todas las anteriores. Es una maga de las letras. 

En No hay amor sin espinas nos presenta la historia de Temple, conocido como el duque asesino. Temple es uno de los socios del famoso club de juego El ángel caído y es también el más oscuro y misterioso de sus miembros. Con un tamaño más grande que el de la media de la época, llama la atención entre las féminas a las que además les da morbo el sangriento título que ostenta. Hace doce años Temple despertó solo en una cama con las sabanas llenas de sangre, tras pasar la noche con una mujer de la que no recordaba a penas nada y que además había desaparecido. Todo apunta a que él mismo la ha asesinado y es despojado de todos sus privilegios, ya que además la mujer desaparecida no era otra que la prometida de su padre.
Ahora se dedica a luchar noche tras noche contra todos aquellos que han perdido todo lo que tienen en las mesas de juego, y que ven como su última oportunidad vencer al hasta ahora invicto, Temple. De aquella aciaga noche no recuerda nada, y esto le atormenta como nada más en el mundo lo hace. Pero la vida está a punto de darle la oportunidad de saber que pasó cuando se presenta en su casa Mara Lowe, la mujer que en teoría murió bajo sus manos y que ha estado oculta del mundo todo este tiempo. El hermano de Mara ha contraído numerosas deudas con El ángel caído y ella ha regresado desde las sombras para hacer un trato con Temple, la verdad a cambio de las deudas de su hermano.  

La vida de Mara no ha sido mejor que la de Temple, aunque es una mujer fuerte toda su vida ha vivido con miedo, miedo a su padre, a su futuro marido y también teme a la reacción de él tras el daño que le hizo. Pero tras esta fachada vulnerable se esconde una mujer fuerte y valiente que lucha sin medida por lo que más le importa. La atracción que siente por Temple será sin duda un escollo a la hora de conseguir llevar a cabo el plan que había pensado inicialmente. Entre ambos comenzará una lucha sin cuartel por conseguir cada uno sus objetivos.

—Te quedará una buena cicatriz. —Fue lo primero que se le ocurrió. 
—No es la primera ni será la última —repuso él. 
—Pero esta ha sido culpa mía —adujo ella. Él se echó a reír y ella no pudo evitar sonreír mientras le miraba a los ojos—. ¿Por qué te hace gracia? 
Él encogió los hombros. 
—Creo que es interesante que reclames la única cicatriz que no tiene nada que ver contigo. 
Ella puso los ojos en blanco.
—¿Piensas que las demás son culpa mía? Él inclinó la cabeza sin dejar de observarla. 
—Cada una de las que obtuve en una pelea. Son combates que no hubiera librado si no… —Vaciló, y ella se preguntó cómo pensaba terminar la frase. «¿Si no hubieras arruinado mi reputación?». 
«¿Si no me hubieras destruido?».
 «¿Si no me hubiera visto repudiado?». 
—… si no fuera Temple —concluyó con sencillez.

El resto de miembros del club siguen apareciendo, así como sus parejas y protagonistas de los libros anteriores. Sus vidas están demasiado mezcladas como para que no lo hagan y siempre suelen gustar estos guiños de las autoras en las series.

Una vez más Sarah me ha planteado una historia que me ha convencido, con un ritmo que no decae y que te invita a continuar la lectura en todo momento. Me ha encantado como se desarrolla la relación entre ellos, ya que las dudas y la desconfianza son enormes, pero la pasión se escapa por las rendijas inundando todo. Las pullas constantes y los diálogos entre ellos son absolutamente deliciosos. Las escenas más íntimas cuentan con una sensualidad de la que ya hace gala la autora en todos sus anteriores libros y que sorprenden y agradan.

Para poner la guinda final, la autora nos regala un giro final de órdago y que te deja con ganas de leer el cuarto y último libro de la serie en el que conoceremos la historia de Chase.

No hay amor sin espinas es un libro precioso, una historia en la que dos fuertes púgiles tendrán que batirse en el mayor combate de sus vidas, el que acontece entre la razón y el corazón. Un libro de 10 que hace honor al resto de la serie. No dejéis de leerlo.